19.4.10

La momificación en el antiguo Egipto

La muerte para los egipcios significaba la separación de los elementos que constituían el cuerpo. Para preservar uno de estos elementos, el ka, el cuerpo se conservaba intacto.

Al morir el cadáver era trasladado al lugar de la momificación, lugar que debía hallarse fuera de la ciudad. Allí los sacerdotes embalsamadores se hacían cargo del difunto y procedían al rito de la momificación.

Primero se le extraía el cerebro introduciendo un gancho por la nariz, después de haber roto el hueso etmoides. A continuación se marcaba una línea en el costado izquierdo del cuerpo, donde se practicaba un corte para extraerle las vísceras, a excepción del corazón, que debía controlar el cuerpo en el más allá, y los riñones, debido a su difícil acceso, que quedaban dentro.

Las vísceras eran lavadas con sustancias aromáticas y colocadas en los vasos canopos. Cada uno estaba bajo la protección de uno de los cuatro hijos de Horus, cuyas cabezas llevaban. El hígado se colocaba en el de Amset, con cabeza de hombre; bajo el cuidado de Hapi, con cabeza de simio, se colocaban los pulmones; Tuamtef, cabeza de chacal, protegía el estómago, mientras que Qebehsenuf, con cabeza de halcón, guardaba los intestinos.



Seguidamente el cuerpo se depositaba en natrón, mezcla natural de bicarbonato sódico y sal, durante 50 días, con lo que se producía el desecado del cuerpo, quedando sólo la piel y los huesos; a continuación se rellenaba el cuerpo de ropa, serrín, pimienta, cebolla y otras sustancias para darle una apariencia de vida. Después se lavaba y masajeaba con perfumes, aceites o incienso para la cabeza. Se le colocaban ojos de cristal para dar sensación de realidad, se ponía una placa para tapar la incisión y se procedía a su vendaje.

Para vendar el cuerpo se usaban tiras de ropa usada de lino. Sólo a partir del período Ptolemaico se empezaron a fabricar vendas para la momificación. En ocasiones en las vendas figuraban escritas fórmulas rituales. En la última etapa del imperio egipcio las vendas se entrelazaban, formando dibujos geométricos. Se comenzaba por vendar individualmente los dedos de la mano, después los miembros, la cabeza, y por último, todo el cuerpo. Los brazos se colocaban a los lados del cuerpo, cruzándose los antebrazos en el pecho o en el abdomen. Entre el vendaje se introducían amuletos para proteger al difunto de la corrupción.

Una vez vendado el cadáver, se vertía resina sobre las vendas y se le colocaba una máscara sobre la cabeza, seguidamente se depositaba en un sarcófago y se entregaba a los parientes.

Imagen de la momia de Ramsés II

Extraído de http://club.telepolis.com/pmmancebo/momificacion.htm

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